sábado, 21 de agosto de 2010

Sesión del 20 de agosto

En esta sesión discutimos los pasajes seleccionados de la Metafísica de Aristóteles. Las inquietudes iniciales versaron, por un lado, acerca de la preponderancia que el Estagirita otorga a la vista sobre los demás sentidos (Rosaura, Luis y algunos más) y, por otro, acerca de la supuesta "superioridad" del sabio (según señaló Óscar con el ejemplo de un albañil respecto de un ingeniero).
En primer lugar, vimos los antecedentes de la obra leída y de su autor. Aristóteles, quien estuvo casi veinte años en la Academia con Platón, recorrió después algunas zonas del Mediterráneo, fue maestro de Alejandro (después llamado "el grande") y volvió a Atenas donde fundó el Liceo. Tras la muerte de Alejandro, y dado que era cercano al partido macedonio, salió de esa ciudad -cuenta una leyenda- para que los atenienses no pecaran por segunda ocasión contra la filosofía.
Es un lugar común oponer a Platón con Aristóteles, donde el primero sería el representante del "idealismo" especulativo más alejado de lo tangible, mientras que el de Estagira sería, por sus múltiples estudios acerca de los animales, la física, el alma, etc., la encarnación del "espíritu científico", esto es, del que prefiere la "experimentación". Es en este sentido que aparece plasmado en el fresco de Rafael, donde Platón señala hacia arriba (al "lugar" de las ideas supraterrenas) y el gesto de Aristóteles, en cambio, buscaría lo que se encuentra más a la mano:
Rafael Sanzio - La escuela de Atenas (Vaticano, 1511)

Platón (izq. Leonardo da Vinci) y Aristóteles (der. Miguel Ángel) 
A continuación revisamos la peculiar historia de los manuscritos aristotélicos. Los textos que se conocen en la actualidad pertenecen a los llamados "esotéricos", esto es, aquellos que eran para consumo exclusivo de los miembros del Liceo. En cambio, se han perdido la mayoría de los "exotéricos", es decir, los destinados al gran público sin restricción. El orden y los títulos podrían datar del siglo I antes de nuestra Era, cuando Andrónico de Rodas "ordenó", clasificó y en algunos casos nombró los rollos disponibles. Una historia muy difundida (y sólo en tiempos recientes puesta en cuestión) decía que Andrónico había colocado tras los de la física una serie de manuscritos cuyo objeto de estudio no encajaba con el resto de los temas. Los habría puesto, entonces, "metá tá physiká".
A continuación seguimos un análisis de los pasajes seleccionados, donde hubo un pequeño debate acerca del significado del "thauma" (asombro).
Por último, quedó abierta la pregunta sobre cómo estructura Aristóteles su discurso. Del reconocimiento de la ignorancia se pasa al planteamiento del problema, para el cual es necesario conocer el "estado de la cuestión", esto es, las múltiples y divergentes opiniones sobre el tema.

3 comentarios:

  1. Eduardo,

    ¿El 'thauma' griego puede ser entendido tambien como espanto o susto tal como se define contemporaneamente el asombro?

    Saludos,
    Eder Cuevas

    ResponderEliminar
  2. Eder,
    como casi todos los términos técnicos en filosofía, thauma tenía un uso corriente antes de su apropiación. El "asombro" estaba en relación estrecha con el "maravillarse", por ejemplo, ante objetos técnicos, una bella mujer, en el teatro, etc. Es en este sentido que Aristóteles utiliza la palabra e intenta acotarla. En el diccionario de Liddel-Scott no hay ninguna acepción de "susto" (aunque tampoco tengo claro quién entiende ahora asombro como susto):
    http://www.perseus.tufts.edu/hopper/morph?l=qauma&la=greek#lexicon

    ResponderEliminar
  3. Eduardo,
    Gracias por aclarar el punto. Surgio tal interrogante porque es el Diccionario de la Real Academia Española el que acepta una definición de "asombro" como "susto, espanto"

    Saludos.
    EDER.

    ResponderEliminar